Punta Norte

Punta Norte

Sector Caleta Tumbes

Cuando hablamos de Caleta Tumbes, probablemente de inmediato lo asociemos a ricos y frescos mariscos, lo que es cierto, sin embargo, esta caleta de pescadores y recolectores artesanales comenzó probablemente a ser mucho mas reconocida en el año 2000, cuando TVN decide utilizarla como locación principal en la teleserie nacional “Santo Ladrón”.

Si bien, este hito televisivo marca un antes y un después, adquiriendo entonces un reconocimiento a nivel nacional mucho mayor, existe además otro hito que mostró a chile y el mundo los rincones de esta hermosa localidad, hablamos del terremoto y tsunami ocurridos en el año 2010 y donde tumbes, fue receptora de los primeros golpes letales de agua en nuestra zona, trayendo como consecuencia, la destrucción casi total de las casas construidas a orilla de mar.

Un sector devastado por la fuerza del océano y que al poco andar, en pequeñas mediaguas levantadas en los mismos lugares donde el mar les había robado su historia, fueron construyendo poco a poco lo que hoy se ha transformado en un polo gastronómico importante para nuestra región.

Hablando con Claudio, administrador y dueño de Punta Norte, nos transporta en un viaje lleno de historias y tradiciones, comenta que todos los habitantes de la caleta conocen el oficio de la pesca y la recolección de mariscos, nos relata apasionado los diferentes tipos de moluscos, algas y cuanto producto se puede extraer del mar, el mismo mar que les quitó familia y hogares a muchos, es aquel que hoy les provee de materias primas infinitas para sacar adelante a sus familias.

Un negocio familiar que nace el año 2011, con recetas de su abuela la señora Anaisa Sandoval Fierro (Q.E.P.D), recetas celosamente guardadas y respetadas al máximo por su madre, la señora Ana María Badilla Sandoval, quien, con 70 años de edad y post terremoto, se vio obligada a reinventarse del oficio de modista que ejercía, pasando a ser una reconocida dueña y cocinera de su restaurante.

Claudio nos relata con nostalgia aquellas reuniones familiares donde degustaban las preparaciones que hoy son entregadas al público que los visita, allí, disponían una gran mesa en que compartían tíos, primos y abuelos, disfrutando de las exquisitas empanadas o pescados fritos, en jornadas interminables de conversación y música de la naturaleza entregada por el romper de las olas frente a su casa, a orillas del mar, en la “Punta Norte” de esta hermosa caleta.

Una propuesta gastronómica basada en los mariscos, preparados “a la antigua” respetando los sabores naturales de cada producto, sin mucho aliño, tal cual lo preparaban hace mas de 80 años sus abuelos. Esta característica de mantener los sabores, les ha entregado el reconocimiento de sus clientes y visitantes, familias completas donde según, el relato de Claudio, los mas “feroces críticos” de sus preparaciones han sido siempre los adultos mayores, quienes al probar los platos entregan sus comentarios siempre positivos, señalando además y con mucha nostalgia, el gran parecido que tienen estas preparaciones, con aquellas que sus propias abuelas les entregaban hace varios años.

Más razones para conocer Punta Norte y la Caleta, los visitantes podrán visitar caminando un cementerio simbólico de pescadores, las balleneras antiguas, tener una vista panorámica privilegiada de la Isla Quiriquina, hacer un trecking al faro abandonado Tumbes que se construyó en el año 1905, un atractivo imperdible es también el fuerte abandonado, que fue parte de las baterías de defensa que la armada de chile poseía a principios del 1900 para la bahía de Concepción.

La invitación queda hecha, para que el paladar viva la experiencia de un Talcahuano antiguo con sabores marinos a pocos minutos del centro de esta ciudad, sin duda, patrimonio gastronómico de nuestra larga y angosta faja de tierra.

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